Hoy es pascua y lejos del sentido religioso, este día trae entrañables recuerdos para mi y para mis hijos. Mi mamá, invariablemente compraba una enorme dotación de huevitos de chocolate en Sanborns, con papeles de todos los colores y florecitas de azúcar encima y los escondía en el jardín en la casa de Callejón de las Cruces; mis hijos se despertaban ese día con la ilusión de ir a casa de la abuela y buscar los huevos que había dejado la coneja, buscaban y buscaban y todos acababan con una canasta llena de huevos de todos colores. Por supuesto que siempre había algunos que "la coneja" había escondido tan bien que aparecían meses después en medio de un helecho o debajo de alguna maceta. Era un día especial, la búsqueda de los huevos, la comida en casa de Tita y la tarde apacible que le sucedía. No era algo espectacular, simplemente un día cálido, hogareño y sobre todo, amoroso.
No puedo dejar de pensar en que son todos esos detalles los que construyen la vida. Mis hijos tuvieron una infancia feliz en el jardín de la abuela porque sus días siempre estuvieron llenos de detalles cuidadosamente planeados. Detalles que me decían que Tita quería a su familia más que a nada en este mundo y eso lo agradezco enormemente. Al mirar hacia atrás son esos días, como el de pascua, los que nos dieron a todos un sentido de pertenencia a una familia, a un mundo que era sólo nuestro.
Y hoy pienso, más que nunca, que la vida debe estar edificada con detalles, pequeños gestos que sin pensarlos resaltan lo que en realidad importa. Detalles cotidianos que se hacen con naturalidad, sin forzar nada, como aquellos huevitos escogidos con todo cuidado en Sanborns para alegrarles el día a los nietos.
Detalles que construyen hermosos recuerdos porque al paso del tiempo son estas pequeñas cosas las que recordamos, las que empañan los malos momentos y las que si tenemos un poco de buena voluntad, permanecen en la mente. Recordar lo bueno es un acto de elección supongo. Recordar a mi madre escondiendo los huevitos en el jardín es algo que elijo recordar. Detalles que me gritan una y otra vez que todos somos capaces de dar felicidad por más que tengamos el corazón endurecido por una vida difícil.
Al hacer un recuento de nuestras vidas, son los detalles los que recordamos con mayor claridad. Recuerdos que elegimos capturar como fotografías y enmarcar en la galería personal. Y por supuesto es decisión nuestra recordar los detalles buenos y dejar a un lado los malos, porque son los detalles los que acercan a las personas o las alejan para siempre.
Hoy es un día para reflexionar supongo...día de pascua...día de detalles...un día para resucitar recuerdos, experiencias, buenos momentos, sentimientos perdidos y transformarlos en cimiento.
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